viernes, 15 de marzo de 2013

El eterno retorno de lo mismo, un fracaso NO muy mexicano, por Enrique Puente Gallangos



Freud dice que “no podemos acordarnos, que estamos condenados a repetir”. Eso que se repite en el sujeto es el trauma: un trauma es, por definición, eso que no se puede recordar. Una sociedad como tal tiene un momento histórico en que deviene como tal sociedad, ese momento histórico no es sin consecuencias. Las consecuencias se podrán revelar en el discurso social a posteriori, pero la causa será reprimida, el trauma.
Es precisamente esa causa, el trauma, la que no recordaremos, lo que no recordamos es lo que se repite, y lo que se repite es lo traumático. En 1521 cayó Tenochtitlán en manos de los conquistadores, en 1810 cayó Tenochtitlán en manos de otros conquistadores, en 1910 cayó Tenochtitlán en manos de otros conquistadores, en el 2012 cayó Tenochtitlán en manos del eterno retorno de lo mismo. ¿Qué es lo que se repite? la caída de Tenochtitlán, ¿qué es lo que no podemos recordar? La mentira de los conquistadores.
Lo que se repite de manera indefinida es la decadencia de México Tenochtitlán, lo que no podemos recordar es el fracaso de los conquistadores. El fracaso de la Colonización, el fracaso de la Independencia, el fracaso de la Revolución, el fracaso de la elección Presidencial 2012. Lo que se repite es la mentira de los conquistadores de México en todos estos años, lo que se repite está en el principio, lo que se repite es la mentira que está en el principio, lo que se repite es el fracaso mismo. El eterno retorno de lo mismo es el fracaso, un fracaso “No muy mexicano”; porque lo mexicano esta caído, está vencido, está dormido, está reprimido. El fracaso es de aquellos que han vencido, derrotado, amenazado, ignorado, des-educado al mexicano. Son aquellos que con la promesa de algo mejor, de desarrollo, de libertad, de igualdad, de justicia, de equidad, de proporcionalidad, democracia, de legalidad; nos han mentido desde el principio. Los conquistadores de tierra, de agua, de petróleo, de mercados, de recursos, de almas; conquistadores del ser mexicano.


El fracaso no es propio de los mexicanos. El fracaso, es el fracaso del Otro. El Otro con mayúsculas, que con palabras nos promete ser como ellos. El Otro con mayúscula al que sólo le interesa capitalizar esas palabras, enraizando su deseo en el mexicano. Un deseo del Otro que obtura el deseo de México. Un deseo de ser mexicano que obtura la pregunta ¿qué es México?, ¿qué es el ser Mexicano?, ¿qué desea México? un ser Mexicano, un deseo Mexicano con Mayúscula, no con minúscula como lo quieren los conquistadores.
El eterno retorno de lo mismo, como lo dice Nietzsche, apunta a concluir que no hay ningún significante traumático que se resista a ser recordado. Que una sociedad podrá asumir plenamente su pasado, planeando para el futuro ser diferente, ser otra sociedad. Ser otra sociedad y la misma, pero no la misma de Otro con mayúscula, sino la de Tenochtitlán la de México con mayúscula.
Enrique Puente Gallangos es Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Constitucional, Maestro en Psicoanálisis, Especialista en Psicoanálisis para Niños y Adolecentes y Master en Psicoanálisis y Prácticas Socio-educativas en FLACSO Virtual Argentina. Estudia el Doctorado en Derecho en CIJUREP, en la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Es además catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Regional del Sureste y de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

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